Fue una semana muy larga, demasiadas cosas pasaron desde el mismísimo lunes y hace dos días cometí un error gravísimo en mi trabajo: borré el archivo de un libro entero, terminado y listo para ir a la imprenta y, aunque fue sin querer, toda acción tiene sus concecuencias. A pesar de todos mis esfuerzos no pude recuperar el archivo, pero si conseguí un pdf del mismo en un 99.9% terminado, solo tuve que hacer un poco de magia editorial y arreglar los 5 detalles que le faltaban y mandarlo a imprenta. Pero eso no sucedió hasta después de que me destrozara los nervios por dos horas buscando el archivo -incluso usando un programa que recupera las cosas que se borran de la maquina, pero ni eso ayudó- y no antes de que le tuviera que decir lo que pasó a mi jefe. Salvé el día de pedo, el libro fue a imprenta, pero yo quedé como el orto a ojos de él. Al día siguiente no quiso que hiciera una tarea que podría haber hecho mi sobrino de 8 años sin problemas, pero supongo que tendría miedo de que haga cagada. No se hasta qué punto es merecido o no, supongo que no me corresponde a mi juzgarlo.
El tema ahora es que desde ayer empecé a deprimirme, es decir, de la manera que yo reconozco la depre: sentirme inútil, ganas de llorar, odiarme a mi misma por sobre todas las cosas. Y hoy la cosa está peor... mucho peor. No tiene que ver con el trabajo (porque con el paso del día de ayer y en lo que va de hoy, mi jefe me trató como siempre, sin siquiera hacer referencia a mi error ni mirandome raro, volví a mi trabajo y todo está normal), a estas alturas es un malestar general, me despierto con un nudo en el estómago que se queda ahí hasta que yo me decida a llorarlo todo. Este finde arreglé para ir a la Feria del Libro con mi mejor amiga y ahora no quiero saber nada, todo lo que quiero hacer este finde es encerrarme en mi casa a llorar y llorar y llorar. También le ofrecí a mi prima llevar a mi sobrinito a la feria algún día, así que ahí tengo otra vez que salir de mi casa, interactuar con otras personas y hasta ser responsable de un niño... no se si soy capaz en este estado.
Siento que me estoy desmoronando y no se si ponerme "contenta" porque al menos este sistema me resulta conocido y entiendo lo que me está pasado, o si añadir a la lista y preocuparme por cómo va a ser el impacto en el fondo. No se si la inundación de lágrimas que está llegando (al mejor estilo avalancha que me empuja más y más abajo, pero con una extraña sensación de liberación) contendrá mi caída y, a su vez, me tendrá luchando por respirar... quizás me ahogue de una vez por todas en ellas. Mmmm....
Final Breakdown Mode On.
viernes, 20 de abril de 2012
viernes, 13 de abril de 2012
little pills
Ayer mi psicóloga me ofreció, casi como en chiste, mandarme a un psiquiatra para que me recete "unas pastillitas". Y lo mejor de todo es que el comentario salió al principio de la sesión, cuando todavía no le había mostrado lo que escribí en mi último post acá en el blog. Se pueden imaginar como la cara de chiste se le borró después de leerlo. Yo me seguí riendo un rato más porque soy conciente de lo tragicómica que puedo ser y porque no estoy segura hasta que punto estoy realmente mal. Bueno, según mi doc y su comentario de las pastillitas, estoy definitivamente mal. Y esto, reitero, me lo dijo a modo de respuesta por lo primerísimo que le dije: que estoy mandando todo a la mierda porque no quiero saber más nada de nada.
Después... la cosa se puso fulera. Fue una de esas sesiones en las que entrás caminando y salís arrastrándote. Me di cuenta de que se preocupó en serio por mi, lo cual me dió culpa y le expliqué que no planeo hacerme nada a mi misma, pero me dijo que lo que más le preocupa son los problemas corporales que tengo y que "digo" que no me importan.
Me resulta extraño intentar explicar como me siento. Ya estuve hundida en lo más profundo una vez y sé lo que se siente. Sé lo difícil que resulta respirar, sé lo pesada que es el agua cuando intentás nadar hacia la superficie y cuán atractiva es la idea de bajar los brazos y rendirse. Y también sé que eso último es lo que me daba más miedo en aquella época y por eso busqué ayuda. En ese entonces tenía problemas de verdad o, al menos, tenía UN problema grave de verdad y todo lo demás era la misma mierda que tengo ahora en la cabeza. Pero digo, tenía una excusa realmente importante para estar mal.
Ahora no sólo no me siento así, tan en el fondo (aunque aparentemente lo estoy), sino que ni siquiera tengo el asomo de una excusa para estarlo. Y, de cualquier manera, tampoco tengo ganas de plantearme la posibilidad de nadar, estoy casi completamente convencida de que tengo que bajar los brazos... peor que eso: es suficiente con no levantarlos. No quiero ni intentarlo.
Digo "no quiero ni intentarlo" y eso no me asusta. Supongo que debería. Juro que no tengo inclinaciones suicidas, jajaja, pero la verdad es que hay una parte de mi que no termina de entender lo que implican mis propias palabras. O sea, desde la lógica lo entiendo y también comprendo como debería sentirme, pero todo lo que logro procesar es el hecho de que quiero un final. Quiero que todo se termine, no me importa cómo, no me interesa saber qué hay después, no pienso en el futuro ni en el pasado, solo pienso en que el presente no me gusta, me hace mal y no quiero que exista más. No quiero resetear la máquina, quiero apagarla. Y me tiene sin cuidado si el cable queda enchufado o no. O sea, si quedara enchufado existiría una posibilidad de volver a encenderla y arrancar de cero y eso no necesariamente me molesta, solo que no tengo ni la más pálida idea de como haría yo para volver a prenderla o si es que alguien más lo haría por mi (cosa que se que no es posible en estos casos). Entonces, si en lugar de resetear, logro lo que pretendo y la apago... ¿cómo hago para prenderla de nuevo? Se entiende que yo estoy adentro de la máquina o soy la máquina o algo así, por lo que si en lugar de resetear o poner en stand by, me apago completamente, out, finish, caput... entonces no me puedo volver a prender yo sola. Ahora, si además de apagarme, el enchufe no quedara conectado... y bueno, creo que eso no hace falta explicarlo.
Quizás mi alegoría de la computadora no sea de lo más elocuente, pero el punto base sigue siendo el mismo: no quiero más.
Después... la cosa se puso fulera. Fue una de esas sesiones en las que entrás caminando y salís arrastrándote. Me di cuenta de que se preocupó en serio por mi, lo cual me dió culpa y le expliqué que no planeo hacerme nada a mi misma, pero me dijo que lo que más le preocupa son los problemas corporales que tengo y que "digo" que no me importan.
Me resulta extraño intentar explicar como me siento. Ya estuve hundida en lo más profundo una vez y sé lo que se siente. Sé lo difícil que resulta respirar, sé lo pesada que es el agua cuando intentás nadar hacia la superficie y cuán atractiva es la idea de bajar los brazos y rendirse. Y también sé que eso último es lo que me daba más miedo en aquella época y por eso busqué ayuda. En ese entonces tenía problemas de verdad o, al menos, tenía UN problema grave de verdad y todo lo demás era la misma mierda que tengo ahora en la cabeza. Pero digo, tenía una excusa realmente importante para estar mal.
Ahora no sólo no me siento así, tan en el fondo (aunque aparentemente lo estoy), sino que ni siquiera tengo el asomo de una excusa para estarlo. Y, de cualquier manera, tampoco tengo ganas de plantearme la posibilidad de nadar, estoy casi completamente convencida de que tengo que bajar los brazos... peor que eso: es suficiente con no levantarlos. No quiero ni intentarlo.
Digo "no quiero ni intentarlo" y eso no me asusta. Supongo que debería. Juro que no tengo inclinaciones suicidas, jajaja, pero la verdad es que hay una parte de mi que no termina de entender lo que implican mis propias palabras. O sea, desde la lógica lo entiendo y también comprendo como debería sentirme, pero todo lo que logro procesar es el hecho de que quiero un final. Quiero que todo se termine, no me importa cómo, no me interesa saber qué hay después, no pienso en el futuro ni en el pasado, solo pienso en que el presente no me gusta, me hace mal y no quiero que exista más. No quiero resetear la máquina, quiero apagarla. Y me tiene sin cuidado si el cable queda enchufado o no. O sea, si quedara enchufado existiría una posibilidad de volver a encenderla y arrancar de cero y eso no necesariamente me molesta, solo que no tengo ni la más pálida idea de como haría yo para volver a prenderla o si es que alguien más lo haría por mi (cosa que se que no es posible en estos casos). Entonces, si en lugar de resetear, logro lo que pretendo y la apago... ¿cómo hago para prenderla de nuevo? Se entiende que yo estoy adentro de la máquina o soy la máquina o algo así, por lo que si en lugar de resetear o poner en stand by, me apago completamente, out, finish, caput... entonces no me puedo volver a prender yo sola. Ahora, si además de apagarme, el enchufe no quedara conectado... y bueno, creo que eso no hace falta explicarlo.
Quizás mi alegoría de la computadora no sea de lo más elocuente, pero el punto base sigue siendo el mismo: no quiero más.
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Pienso/Siento
miércoles, 11 de abril de 2012
dark mood
No puedo sacarme este tema de la cabeza, se llama Immigration Song
de Led Zeppelin. Pero a mi me gusta la versión que Karen O., Trent
Reznor y Atticus Rossque hicieron en este video (que tampoco puedo
sacarme de la cabeza, dicho sea de paso), así que acá va:
Ya vi la película yankie y las primeras dos suecas. Me leí los dos primeros libros y voy por el tercero. No quería leerlos, no me interesaba en lo más mínimo hasta que de casualidad fui a ver la pelí yankie al cine con una amiga... y me boló la cabeza! jajaja ojo, no es una obra maestra del 7mo arte, es solo una buena historia, pero creo que es mejor si no sabés nada al respecto. Es decir, verla sin saber de qué van los libros, sin leer reseñas y opiniones de todo el mundo. Por regla general yo leo y después veo las pelis, pero en este caso me parece que es mejor al revés porque la historia está buena pero el autor explicaba demasiado las cosas, especialmente al principio de los dos primeros libros (no tanto así con el tercero... o será que ya me acostumbré al detallismo extremo :P), pero una vez que la historia central de cada libro comienza, resulta muy atrapante.
Una lástima que se haya muerto así de pronto el Stieg Larsson, ya que aparentemente tenía la idea de hacer una saga de 7 libros... tengo miedo de que el final del 3º sea una cagada y deje muchas cosas colgando por esa misma razón :S. Veremos, veremos...
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martes, 10 de abril de 2012
The End is Near
Ya todo me chupa un huevo. Qué más les puedo decir? Es la verdad.
No tengo más ganas de ir a la facultad, no me gusta más así que no voy más. El jueves se lo comunicaré de esta manera a mi psicóloga.
No tengo ganas de limpiar mi casa, no me gusta y, de todas maneras, la suciedad más gruesa la saco, solo queda un gran desorden y algo de polvo en los muebles que casi no uso. Y por mi eso está bien, no tengo ganas de limpiarlo así que no lo haré, porque total nadie entra en mi casa, nadie lo ve más que yo.
No tengo ganas de arreglarme, así que solo iré a comprar ropa cuando decididamente no tenga qué ponerme. Por ahora cuento con los mismos 3 pantalones para ir rotando, las mismas 6 remeras, un par de sacos y una campera. Todo está en estado "pasable", hasta que no se rompan no se cambian. Ya me compré calzado porque, justamente, se me rompieron todos los que tenía.
No tengo ganas de hacer dieta, no me gusta y nunca tuve la voluntad. Me da asco verme al espejo y notar que estoy hecha -literalmente- una vaca, ya que engordé muchísimo en los últimos dos años pero bueno, ésta soy yo, la vaca que prefiere seguir comiendo porquerías. Ya lo asumí y aunque odie mi cuerpo no lo pienso cambiar, no le veo el sentido. Sí, tengo problemas hormonales debido a mi gordura; Sí, no puedo caminar dos cuadras a paso rápido porque después no puedo respirar durante 5 minutos; Sí, mis pies están cada día más adoloridos y débiles.... ¿y qué? Si nada de esto me resulta suficiente estímulo para ponerme a hacer dieta, entonces nada lo va a ser. A veces pienso... siento... deseo... no sé exactamente cuál es la palabra, pero a veces espero que la gordura me mate de una buena vez, darle al mundo la razón y morirme de un infarto por ser gorda y acabar con todo por fin. Pero soy joven y todavía no soy tan gorda como para eso, por lo que esa "idea" termina siendo una tortura ya que llevaría mucho tiempo llevarla a cabo y yo quiero que todo termine YA. Y lo peor es que soy una persona muy inconsistente, entonces cuando pasa un tiempo vuelvo a cambiar de opinión, de pronto mi vida se llena de color y pienso que aún hay esperanzas. Me emociono, vivo con otra energía, incluso puede que hasta baje algo de peso... hasta que todo se me vuelve a ir a la mierda y regreso a estas conclusiones. Quizás algún día me muera de gorda, pero eso no va a suceder en el futuro cercano así que ni vale la pena considerarlo.
Ojo, que quede claro que no soy suicida, no estoy pensando en matarme ni nada de eso. Solo deseo que todo termine de una buena vez. No es que odie mi vida, es solo que no le encuentro el gusto. Y para tener una vida sosa la verdad es que prefiero no tener nada.
Estoy aburrida de todo, básicamente de mi vida, así que por eso dejé de decirme las cosas que "tengo" que hacer... porque al final nunca las hago. Prefiero, simplemente, hacer lo que me da la gana sin dar explicaciones, sin poner excusas y sin seguir mintiéndome a mi misma: Ésta soy yo. A mi tampoco me gusta pero ya me voy a acostumbrar.
No tengo más ganas de ir a la facultad, no me gusta más así que no voy más. El jueves se lo comunicaré de esta manera a mi psicóloga.
No tengo ganas de limpiar mi casa, no me gusta y, de todas maneras, la suciedad más gruesa la saco, solo queda un gran desorden y algo de polvo en los muebles que casi no uso. Y por mi eso está bien, no tengo ganas de limpiarlo así que no lo haré, porque total nadie entra en mi casa, nadie lo ve más que yo.
No tengo ganas de arreglarme, así que solo iré a comprar ropa cuando decididamente no tenga qué ponerme. Por ahora cuento con los mismos 3 pantalones para ir rotando, las mismas 6 remeras, un par de sacos y una campera. Todo está en estado "pasable", hasta que no se rompan no se cambian. Ya me compré calzado porque, justamente, se me rompieron todos los que tenía.
No tengo ganas de hacer dieta, no me gusta y nunca tuve la voluntad. Me da asco verme al espejo y notar que estoy hecha -literalmente- una vaca, ya que engordé muchísimo en los últimos dos años pero bueno, ésta soy yo, la vaca que prefiere seguir comiendo porquerías. Ya lo asumí y aunque odie mi cuerpo no lo pienso cambiar, no le veo el sentido. Sí, tengo problemas hormonales debido a mi gordura; Sí, no puedo caminar dos cuadras a paso rápido porque después no puedo respirar durante 5 minutos; Sí, mis pies están cada día más adoloridos y débiles.... ¿y qué? Si nada de esto me resulta suficiente estímulo para ponerme a hacer dieta, entonces nada lo va a ser. A veces pienso... siento... deseo... no sé exactamente cuál es la palabra, pero a veces espero que la gordura me mate de una buena vez, darle al mundo la razón y morirme de un infarto por ser gorda y acabar con todo por fin. Pero soy joven y todavía no soy tan gorda como para eso, por lo que esa "idea" termina siendo una tortura ya que llevaría mucho tiempo llevarla a cabo y yo quiero que todo termine YA. Y lo peor es que soy una persona muy inconsistente, entonces cuando pasa un tiempo vuelvo a cambiar de opinión, de pronto mi vida se llena de color y pienso que aún hay esperanzas. Me emociono, vivo con otra energía, incluso puede que hasta baje algo de peso... hasta que todo se me vuelve a ir a la mierda y regreso a estas conclusiones. Quizás algún día me muera de gorda, pero eso no va a suceder en el futuro cercano así que ni vale la pena considerarlo.
Ojo, que quede claro que no soy suicida, no estoy pensando en matarme ni nada de eso. Solo deseo que todo termine de una buena vez. No es que odie mi vida, es solo que no le encuentro el gusto. Y para tener una vida sosa la verdad es que prefiero no tener nada.
Estoy aburrida de todo, básicamente de mi vida, así que por eso dejé de decirme las cosas que "tengo" que hacer... porque al final nunca las hago. Prefiero, simplemente, hacer lo que me da la gana sin dar explicaciones, sin poner excusas y sin seguir mintiéndome a mi misma: Ésta soy yo. A mi tampoco me gusta pero ya me voy a acostumbrar.
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