Destilando mier....

ADVERTENCIA: esta entrada contiene muchas palabrotas, menciones de sexo -a veces- más que explícitas y lenguaje nada apropiado para una dama. Si este tipo de cosas los ofende, se sugiere no continuar leyendo. (Y si lo hacen, no comenten lo que no les gusta porque ya advertí).


Hoy me enteré de unas cuantas cosas sobre el reverendo hijo de puta de mi ex. Hasta ahora sentía que había sido un boludo, quizás lo denominé forro de vez en cuando, pero ahora no me merece otra descripción que un reverendo hijo de puta (sin faltarle al respeto a su madre, ya que no la conocí lo suficiente como para asegurar que lo sea).
No importa lo que hizo o dejo de hacer, lo que importa es lo que me termina haciendo a mi, ahora, casi 4 meses después de pelearme, lo que realmente me revienta y me indigna. ¿Cómo pude ser tan ingenua? ¿Tan idiota, tan crédula, tan INFELIZ (con todo lo que eso conlleva)? ¿Cómo puede ser que una persona de mi edad caiga tan bajo como caí al dejarme basurear, al permitirle dominarme, usarme como la sumisa que fui, que soy, ¡y no darme cuenta!? Cómo es que no vi el tipo de persona que era él: una basura que maltrataba y forreaba a sus compañeros de trabajo, que se acostaba con todo lo que tenía un agujero para ponerla y después las denigraba de la peor manera, llegando incluso a intentar echar a una chica del proyecto de la película porque ya no la quería aguantar (aparentemente ella también se le enamoró), a amenazarla, a chantajearla... ¿Cómo aguanté 9 meses a un tipo así? ¿Y qué dice eso de MI??
Lo que dice es que el sexo era genial y que casi siempre me trataba bien y decía las cosas correctas... y que si no fuera porque soy una escorpiana inconformista que sentía que él no era lo que yo necesitaba, nunca lo habría dejado la primera vez, lo cual llevó a las idas y vueltas de los últimos 3 meses hasta que no soporté más la situación (no fue por enterarme que se acostaba con otra que lo dejé, fue porque soy una inconformista y lo que él me daba no me alcanzaba).
Pero ahora que se todas esas cosas, y más, no puedo dejar de pensar en que todo lo que me dijo fue una mentira. TODO, absolutamente todo... Todo lo que viví con él, el sexo supuestamente grandioso, las cosas que aprendí con él en la intimidad, como me ayudó a soltarme, a dejar mis prejuicios de lado (si no del todo, al menos en esos momentos), cómo me hizo desear ser más sexy, más creativa, dejar fluir todas esas fantasías sexuales que en mi cabeza eran geniales pero que en la cama me daban vergüenza porque me sentía gorda y aparatosa y ni por las tapas sexy y él me decía que si era sexy, que era hermosa, que lo volvía loco, que yo le encantaba.... Lo único que le encantaba de mi era mi predispocisión y ganas de chuparsela, por favor... debo ser la anécdota de la gordita petera en su grupo de "pijudos"...
Y ahora todo se me dió vuelta, toda esa pseudo confianza que me hizo sentir, toda esa libertad que me daba el pensar que era capaz de dejar a un tipo con la cabeza quemada, toda esa emoción por creer que podía quererme, que él era alguien con quien podría haber tenido algo copado, algo verdadero, y que si no fue con él alguien más sería... qué idiota que fui!!! Ahora está más claro que nunca que JAMÁS me quiso ni un poquito, solo quería a la mina sumisa que lo convirtió en su todo y le dejaba hacer lo que quería con ella y que cuando vió que se le estaba escapando de las manos no lo pudo aceptar, por eso me persiguió y me persiguió hasta que me consiguió otra vez, solo para perderme definitivamente cuando no me quise dejar manejar más, aún sin darme cuenta del todo como me había manejado todo el tiempo, pero lo hice, lo dejé y él se dió cuenta de que ya no valía la pena tanto trabajo para retenerme, ya no era tan boludita como a él le gustaba, así que ¿para qué seguir?
Tendría que haber sabido que mi visión desde un principio no estaba tan errada: a los tipos no les gustan DE VERDAD las minas como yo, gordas necesitadas de afecto y capaces de humillarse para conseguirlo. Yo sabía que no era sexy ni hermosa, pero las palabritas lindas me endulzaron el oído y, aunque nunca las creí del todo, me decía a mi misma que era por mis complejos y no porque él no las dijera en serio. Bueno, puede que yo tenga complejos y, me dirán, se soluciona fácil: hacé dieta y convertite en la mina sexy que querés ser, pero no es tan simple. Mis complejos son por otra razón: yo me acepto a mi misma gorda, lo que me acompleja es saber que no hay hombre que sea capaz de hacer lo mismo, de aceptarme tal y como soy, gorda y todo. Y todo esto me terminó demostrando que tengo razón en mis complejos, en mi insatisfacción, en mi miedo por no querer conformarme con un tipo cualquiera que no me haga feliz, pero que al menos sea alguien para no terminar sola. No puedo hacer eso, soy inconformista y, por lo tanto, si no encuentro lo que quiero tendré que quedarme sola. Como lo que quiero no existe, así será. Y aunque me digan que si tiene que existir, yo ya no voy a poder creer en las palabras de otro tipo, yo se que son mentiras y no las puedo aceptar más. No hay forma de que el próximo tipo que llegue a mi cama me diga que soy sexy y yo le crea. Me imagino respondiendo algo como "ya me tenés en la cama, así que dejá de tantear el terreno y cojamos de una vez"... Qué patética que es mi vida.
Pero no siento lástima por mi misma, siento bronca. Por ser una patética de mierda, una crédula, una adolescente mental, una sumisa, una pelotuda en fin. Y yo que creí que después de lo que me pasó hace unos años por fuerza maduraría, pensé que la terapia realmente había surtido efecto. Si, en lo laboral me ayudó a poner las ruedas en movimiento, en lo social... no se, siempre fui muy sociable, capaz que solo me ayudó a salir del cascarón en el que me escondí durante el primer año de esa época. Pero en lo "romántico", en el área que me trajo todos los traumas y dolores de cabeza (por decirlo suavemente) no me ayudó un carajo. Yo sabía que ese tema estaba inconcluso cuando deje terapia, pero es que ya me sentía tan bien que me imaginé que podía lidiar con todo sola.
Ahora me doy cuenta de que estoy tan verde como cuando tenía 12 años y lo peor es que no estoy convencida de poder cambiar. Ya pasé por muchas "roturas de corazón", ya tengo un historial de marcas invisibles, algunas mucho más serias de las que pensé que tendría, de esas que hasta el día que me muera van a estar ahí, pero aún así no aprendo... siempre espero lo mejor, siempre sueño con el ideal que SE que no existe, pero no logro alejarme de él, siempre asumo lo mejor de la gente no importa cuantas veces ya me demostraron lo contrario. Soy tan concientemente tarada... no lo entiendo, de verdad que no.

Pero mi lema tiene que persistir, tengo que encontrar la manera de nunca más permitirme olvidarlo... capaz, si empapelo las paredes de mi pieza con eso logre evitar volver a caer en la tentación, convertirme en lo que muchos hombres son y dedicarme a sacarme las ganas cuando me agarran y ya. No se si lo lograré, pero empezando por las paredes va a ser difícil olvidarme de que estoy mucho mejor sola que mal acompañada.