Este mes estuve muy loca con el trabajo porque la Feria del Libro nos tiene a los editores corriendo hasta el último momento, así que no tuve tiempo de pasarme por acá.
Me gustaría hablar de mi dieta, que fue y vino 30 veces este mes, pero me parece que ya es un tema que agota. Se lo que tengo que hacer, especialmente ahora que llegué a un semi estancamiento, pero saberlo y hacerlo no es lo mismo ni es tan sencillo. Unica salida posible: EJERCICIO. Hasta que no arranque con eso no tengo permitido quejarme más.
Por otro lado, el laburo fue realmente una mierda las últimas semanas, en especial porque en más de una ocasión sentí que la remaba yo sola y no está bueno eso cuando no tenés autoridad para quejarte con nadie dentro de la oficina. Siendo yo el último orejón del tarro, me la tengo que comer y la impotencia es mucha.
Pero finalemente saqué adelante la situación, el libro maldito se fue a la imprenta y por fin pude descansar este fin de semana. Ahora lo único que me importa de la Feria es ir a pasear y a disfrutarla. Tengo ganas de encontrar el libro The Host en inglés para añadirlo a mi colección de libros de papel (solo lo tengo en digital) y simplemente quiero pasear y disfrutar del festín que es para mis ojos ver tantos libros juntos :P
También estoy como loca esperando el estreno de la película de ese libro acá en mi país. Me lo vienen atrasando hace un mes y ya me estoy volviendo loca. Espero que todavía sea este jueves el estreno, porque si me lo vuelven a atrasar voy a cometer un sacrilegio y me voy a bajar la película de internet, super trucha y todo. Pero es que ya no puedo seguir esperando! Necesito verla, pensé que iba a hacerlo en Mar del Plata y me quedé con las ganas. Lo único que le agradezco a mi laburo es que me mantuvo con la cabeza ocupada para no volverme tan loca con la espera (me volví loca con otras cosas, pero bue :P) y ahora quiero ir este viernes a ver la peli de una buena vez! No puedo ir el jueves porque tengo terapia y además voy a ir sola, así que me da lo mismo el día y el horario, pero quiero ir lo más pronto posible ;)
Otro tema recurrente: los sueños con mi ex. Creo que cuando estoy muy estresada reaparecen esos sueños... Dice mucho el hecho de recordarlo justamente a él en los momentos más estresantes de mi vida :S
Ahora que puedo empezar a pensar nuevamente en algo que no sea el trabajo, estoy planeando sacar una tarjeta de crédito (por primera vez en mi vida) por la simple razón de que me sirve para comprar la entrada al recital de Bon Jovi dentro de unos meses :P. La verdad es que no soy muy afecta a las tarjetas, si no tengo el dinero para comprar algo, no lo compro y ya. No me gusta pagar en cuotas, no me gusta sentir que le debo un peso a nadie... Supongo que tiene que ver con el hecho de que estuve sin trabajo durante un largo tiempo y antes de eso tuve trabajos en negro que me pagaban muy mal, así que aprendí a ahorrar hasta la última gota y no gastar plata al pedo. Por esa misma razón es que ya tengo la plata ahorrada para Bon Jovi, pero si tengo mi propia tarjeta no se la tengo que pedir prestada a nadie para comprar y hasta podría ayudar a mi prima para que venga conmigo. Todo esto, por supuesto, depende del monto que me den en la tarjeta y puede que no sea suficiente (la entrada es muy cara) así que habrá que ver. Mañana voy al banco a averiguar como es el tema.
Así que así estamos: mañana al banco para ver lo de la tarjeta, el miércoles voy a la Feria del Libro con unas amigas, el sábado voy a la peluquería (hace un mes que debería haber ido) y a la depiladora, y quizás a la noche vaya a lo de mi prima a comer y conocer a la perrita nueva; y el domingo vuelvo a ir a la Feria con otra amiga que no puede este miércoles. Una semana agitada pero de cosas que me gustan y me hacen bien, para volver a sentirme cómoda en mi propia vida (algo que literalmente me robó el trabajo de estas últimas semanas).
lunes, 29 de abril de 2013
miércoles, 10 de abril de 2013
Entre playas, balanzas y demonios internos
Quería escribir algo sobre mis vacaciones de Semana Santa en Mar del Plata, pero mi ánimo está en otro planeta.
Si, la pasé bien, me relajé, me reí, fui a la playa, dormí como un bebé en una cama maravillosa que los del hotel no me dejaron traerme a casa, caminamos un montonazo y me porté como una diosa con el tema de la dieta, comiendo un montón de verdura y fruta y casi sin desviarme del buen camino en todos los 6 días.... Pero eso no fue suficiente.
De vuelta en Capital, el sábado pasado fui a la nutricionista y me dió la peor noticia que me podrían haber dado: engordé medio kilo! :'(
Lógicamente hablando, sé que medio kilo no es nada, que probablemente debería haber ido al baño antes de pesarme y listo, pero a mi me cayó como una bomba atómica en el alma. Yo me conformaba con mantener mi peso durante esas dos semanas atípicas, con eso era suficiente para mi. Pero no pude.
Salí de la clínica con unas ganas terribles de comerme una vaca entera, preferentemente hecha de chocolate macizo, y morir feliz en mi glotonería. En lugar de eso, me compré una barrita Cofler y comí fideos a la parisien y me lamenté por facebook. Al otro día arranqué nuevamente la dieta disociada, completamente convencida de la necesidad de bajar al menos un par de kilos esta semana para redimirme, pero la verdad es que no siento diferencias corporales, ya estoy en el 4º día de esta dieta y me parece que no bajé un carajo. Hace días que vivo tentada, quiero comerme todo lo que encuentro, tengo un McDonnalds en la esquina de casa que me está haciendo las cosas cada vez más difíciles, pero todavía no pudo conmigo. Todavía mantengo la dieta, todavía tengo restos de voluntad... aunque, quién sabe por cuanto tiempo.
Y así llegamos al día de hoy, en que empecé a frecuentar mis lugares comunes para la auto-compasión, los que generalmente derivan en auto-flagelación mental, y que se traducen como la típica cuestión de la soledad amorosa. Empiezo a soñar con las cosas que nunca tuve y por las cuales culpo a mi gordura -que básicamente es lo mismo que culparme a mi misma-, cuando la realidad tiende a ser algo diferente.
Escuchando música en el subte de camino al trabajo esta mañana, empecé a soñar con Romeo y Julieta, con amores puros, romances nacidos desde la inocencia de la niñez, cosas que yo nunca viví. Y claro, la verdad es que yo no vivía en un suburbio lleno de casitas de madera con muchos árboles y juegos para niños como te muestran en las películas yankies, yo crecí en un barrio del conurbano bonaerense, que si bien tenía sus cosas mágicas cuando uno es chico, no era ningún paraíso para romance juvenil que dura toda la vida. Tampoco tuve jamás un amiguito especial en mi niñez y eso no se lo puedo adjudicar a mi gordura porque yo fui flaquita hasta los 11 años, tuve más que tiempo suficiente para conocer a ese "mejor amigo" que nunca existió.
Ya no puedo ni auto-compadecerme con libertad porque yo misma encuentro las respuestas a mis estupidos comentarios internos. Pero eso no quita que siga buscando una razón para tirar todo a la remismísima mierda. Simplemente así soy, me auto-saboteo y después me deprimo.
Obviamente, se que un tropezón no es caída y si en verdad quisiera tirar todo a la mierda no estaría haciendo la disociada en estos momentos. Pero son los detalles que se que hago mal los que me carcomen el bocho. Por ejemplo, ayer no me tocaban lácteos y le puse un pedazo de queso fresco a la berenjena rellena que hice en el horno. Y hoy comí barritas de cereal porque no me tocaban tostadas y quería acompañar el café con algo, pero las barritas no entran en ningún lugar de la dieta. Y también, el simple pero muy notorio hecho de que no quiero hacer ejercicio, no hago nada y si eso no es auto-sabotaje no se lo que es.
Son estas cosas las que me hacen sentir como un fracaso y me hacen pensar que no importa lo que haga, siempre voy a estar un paso atrás de mi propia meta, siempre segunda, siempre deseando y nunca obteniendo, como fue toda mi vida. La diferencia es que, al menos esta vez, lo estoy intentando y siento que es un intento de verdad, por eso me da tanto miedo, porque estoy expuesta a que las cosas salgan mal (ya que no hay garantías en esta vida) y de ser así el dolor del fracaso va a ser todavía más grande.
En fin, nada nuevo supongo, solo yo sintiendo lástima de mi misma y siendo más contradictoria que nunca, porque me veo como un fracaso y tengo fantasías casi eróticas con un Súper Big Mac y un Conejo de Pascuas de tamaño humano y hecho de puro chocolate, pero al final no actúo sobre ellas. No hago mucho para mejorar mi situación, pero tampoco la empeoro del todo. En definitiva, no hago nada, ni me muevo... como siempre.
Si, la pasé bien, me relajé, me reí, fui a la playa, dormí como un bebé en una cama maravillosa que los del hotel no me dejaron traerme a casa, caminamos un montonazo y me porté como una diosa con el tema de la dieta, comiendo un montón de verdura y fruta y casi sin desviarme del buen camino en todos los 6 días.... Pero eso no fue suficiente.
De vuelta en Capital, el sábado pasado fui a la nutricionista y me dió la peor noticia que me podrían haber dado: engordé medio kilo! :'(
Lógicamente hablando, sé que medio kilo no es nada, que probablemente debería haber ido al baño antes de pesarme y listo, pero a mi me cayó como una bomba atómica en el alma. Yo me conformaba con mantener mi peso durante esas dos semanas atípicas, con eso era suficiente para mi. Pero no pude.
Salí de la clínica con unas ganas terribles de comerme una vaca entera, preferentemente hecha de chocolate macizo, y morir feliz en mi glotonería. En lugar de eso, me compré una barrita Cofler y comí fideos a la parisien y me lamenté por facebook. Al otro día arranqué nuevamente la dieta disociada, completamente convencida de la necesidad de bajar al menos un par de kilos esta semana para redimirme, pero la verdad es que no siento diferencias corporales, ya estoy en el 4º día de esta dieta y me parece que no bajé un carajo. Hace días que vivo tentada, quiero comerme todo lo que encuentro, tengo un McDonnalds en la esquina de casa que me está haciendo las cosas cada vez más difíciles, pero todavía no pudo conmigo. Todavía mantengo la dieta, todavía tengo restos de voluntad... aunque, quién sabe por cuanto tiempo.
Y así llegamos al día de hoy, en que empecé a frecuentar mis lugares comunes para la auto-compasión, los que generalmente derivan en auto-flagelación mental, y que se traducen como la típica cuestión de la soledad amorosa. Empiezo a soñar con las cosas que nunca tuve y por las cuales culpo a mi gordura -que básicamente es lo mismo que culparme a mi misma-, cuando la realidad tiende a ser algo diferente.
Escuchando música en el subte de camino al trabajo esta mañana, empecé a soñar con Romeo y Julieta, con amores puros, romances nacidos desde la inocencia de la niñez, cosas que yo nunca viví. Y claro, la verdad es que yo no vivía en un suburbio lleno de casitas de madera con muchos árboles y juegos para niños como te muestran en las películas yankies, yo crecí en un barrio del conurbano bonaerense, que si bien tenía sus cosas mágicas cuando uno es chico, no era ningún paraíso para romance juvenil que dura toda la vida. Tampoco tuve jamás un amiguito especial en mi niñez y eso no se lo puedo adjudicar a mi gordura porque yo fui flaquita hasta los 11 años, tuve más que tiempo suficiente para conocer a ese "mejor amigo" que nunca existió.
Ya no puedo ni auto-compadecerme con libertad porque yo misma encuentro las respuestas a mis estupidos comentarios internos. Pero eso no quita que siga buscando una razón para tirar todo a la remismísima mierda. Simplemente así soy, me auto-saboteo y después me deprimo.
Obviamente, se que un tropezón no es caída y si en verdad quisiera tirar todo a la mierda no estaría haciendo la disociada en estos momentos. Pero son los detalles que se que hago mal los que me carcomen el bocho. Por ejemplo, ayer no me tocaban lácteos y le puse un pedazo de queso fresco a la berenjena rellena que hice en el horno. Y hoy comí barritas de cereal porque no me tocaban tostadas y quería acompañar el café con algo, pero las barritas no entran en ningún lugar de la dieta. Y también, el simple pero muy notorio hecho de que no quiero hacer ejercicio, no hago nada y si eso no es auto-sabotaje no se lo que es.
Son estas cosas las que me hacen sentir como un fracaso y me hacen pensar que no importa lo que haga, siempre voy a estar un paso atrás de mi propia meta, siempre segunda, siempre deseando y nunca obteniendo, como fue toda mi vida. La diferencia es que, al menos esta vez, lo estoy intentando y siento que es un intento de verdad, por eso me da tanto miedo, porque estoy expuesta a que las cosas salgan mal (ya que no hay garantías en esta vida) y de ser así el dolor del fracaso va a ser todavía más grande.
En fin, nada nuevo supongo, solo yo sintiendo lástima de mi misma y siendo más contradictoria que nunca, porque me veo como un fracaso y tengo fantasías casi eróticas con un Súper Big Mac y un Conejo de Pascuas de tamaño humano y hecho de puro chocolate, pero al final no actúo sobre ellas. No hago mucho para mejorar mi situación, pero tampoco la empeoro del todo. En definitiva, no hago nada, ni me muevo... como siempre.
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