A 6 años de haber retomado terapia, hice muchos cambios. Cambios que me han dado paz mental, aumentado mi amor propio y gracias a ellos soy mucho más feliz. Aún me quedan cosas por resolver... El problema es que soy re lenta para hacerlo jajajajaja.
Agradezco a mi doc, que me ha ayudado muchísimo a crecer, madurar y ver la vida desde otros ángulos. Ángulos más simples... y más felices.
Quiero seguir resolviendo. Este año barajé la posibilidad de cortar el cordón, ya que me siento tan bien conmigo misma, pero hay un par de temas de suma importancia que debo trabajar y no quiero dejarlos en el tintero (y dado que soy lenteja, quien sabe cuánto tiempo me lleven).
Tengo mis días buenos y tengo mis días malos, como todo el mundo. A mi me sirve mucho la terapia, mi doc me entiende como nadie y me saca la ficha al toque. Pero la que debe hacer todo el trabajo para cambiar Soy Yo.
Hay quienes sientes que hablando con un extraño no resuelven nada y está bien, esos son ellos, no todo el mundo hace las cosas de la misma manera. En mi caso, es lo que me sirve. No me interesan las terapias alternativas, ni los chamanes, ni buda. No creo en la magia, no existen las soluciones express. A mi me sirve hablar y, especialmente, hacerlo con esta persona que sabe cómo meterme el dedo en la llaga cuando lo necesito y cómo darme ese empujoncito que me hace falta para vencer el miedo. Sabe escuchar exactamente lo que quiero decir aún cuando no me salen las palabras correctas. Sabe hacerme decir cosas que ni yo sabía que tenía escondidas en mi interior.
Pueden pasar meses sin que se vean resultados desde afuera, pero el trabajo interno está y depende SOLO de mi. Y la recompensa, cuando por fin subo un escalón más de esa escalera mental que tanto me cuesta, es total y pura felicidad.
Felicidad que nada ni nadie me puede dar, excepto yo misma.
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