martes, 10 de abril de 2012

The End is Near

Ya todo me chupa un huevo. Qué más les puedo decir? Es la verdad.
No tengo más ganas de ir a la facultad, no me gusta más así que no voy más. El jueves se lo comunicaré de esta manera a mi psicóloga.
No tengo ganas de limpiar mi casa, no me gusta y, de todas maneras, la suciedad más gruesa la saco, solo queda un gran desorden y algo de polvo en los muebles que casi no uso. Y por mi eso está bien, no tengo ganas de limpiarlo así que no lo haré, porque total nadie entra en mi casa, nadie lo ve más que yo.
No tengo ganas de arreglarme, así que solo iré a comprar ropa cuando decididamente no tenga qué ponerme. Por ahora cuento con los mismos 3 pantalones para ir rotando, las mismas 6 remeras, un par de sacos y una campera. Todo está en estado "pasable", hasta que no se rompan no se cambian. Ya me compré calzado porque, justamente, se me rompieron todos los que tenía.
No tengo ganas de hacer dieta, no me gusta y nunca tuve la voluntad. Me da asco verme al espejo y notar que estoy hecha -literalmente- una vaca, ya que engordé muchísimo en los últimos dos años pero bueno, ésta soy yo, la vaca que prefiere seguir comiendo porquerías. Ya lo asumí y aunque odie mi cuerpo no lo pienso cambiar, no le veo el sentido. Sí, tengo problemas hormonales debido a mi gordura; Sí, no puedo caminar dos cuadras a paso rápido porque después no puedo respirar durante 5 minutos; Sí, mis pies están cada día más adoloridos y débiles.... ¿y qué? Si nada de esto me resulta suficiente estímulo para ponerme a hacer dieta, entonces nada lo va a ser. A veces pienso... siento... deseo... no sé exactamente cuál es la palabra, pero a veces espero que la gordura me mate de una buena vez, darle al mundo la razón y morirme de un infarto por ser gorda y acabar con todo por fin. Pero soy joven y todavía no soy tan gorda como para eso, por lo que esa "idea" termina siendo una tortura ya que llevaría mucho tiempo llevarla a cabo y yo quiero que todo termine YA. Y lo peor es que soy una persona muy inconsistente, entonces cuando pasa un tiempo vuelvo a cambiar de opinión, de pronto mi vida se llena de color y pienso que aún hay esperanzas. Me emociono, vivo con otra energía, incluso puede que hasta baje algo de peso... hasta que todo se me vuelve a ir a la mierda y regreso a estas conclusiones. Quizás algún día me muera de gorda, pero eso no va a suceder en el futuro cercano así que ni vale la pena considerarlo.
Ojo, que quede claro que no soy suicida, no estoy pensando en matarme ni nada de eso. Solo deseo que todo termine de una buena vez. No es que odie mi vida, es solo que no le encuentro el gusto. Y para tener una vida sosa la verdad es que prefiero no tener nada.

Estoy aburrida de todo, básicamente de mi vida, así que por eso dejé de decirme las cosas que "tengo" que hacer... porque al final nunca las hago. Prefiero, simplemente, hacer lo que me da la gana sin dar explicaciones, sin poner excusas y sin seguir mintiéndome a mi misma: Ésta soy yo. A mi tampoco me gusta pero ya me voy a acostumbrar.

4 comentarios :

  1. "La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes."
    ¿Para qué hacer planes entonces? ¿para qué el "tengo qué"?
    Al diablo, hace lo que sienta, lo que se te plazca no podemos andar por la vida dependiendo de los "tengo qué" por obligación.
    Hoy no tenes ganas,no reniegues y hace lo que quieras, lo que tengas ganas aunque eso signifique estar tirara con una intravenosa de helado.
    Y cuando tengas las ganas y haya pasado el invierno (estoy muy "Juego de tronos") replanteate lo que tengas que replantear.
    Besitos...
    Noe

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    1. jajajaja Gracias Noe!!! la mejor respuesta que podría haber recibido :D

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    2. De nada! Creo que es lo que me hubiera gustado que me digan cuando estaba así, y no me salgan con el optimismo a palo.
      Un abrazo fuerte, fuerte!

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  2. Cada uno hace de su vida lo que quiere y lo que puede.
    Yo no puedo dejar de limpiar, soy una Monica Geller antes de adelgazar jaja, así que tenemos algo en común, el dilema de las dietas.
    En estos momentos, estoy en una época de superación personal, por lo que después de años de abandono, empecé a ir a un nutricionista y, aunque a veces no le hago caso, el tener que ir y que te pesen (auch), me obliga a cuidarme aunque sea por vergüenza jaja.
    Pero te entiendo perfectamente, la mayoría del tiempo pienso, para qué quiero bajar de peso? Es para sentirme bien yo o para que algún pelotudo que solo se fija en el exterior me de bola?
    Es una pregunta sin respuesta jaja.
    Besos y ánimo!!

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