miércoles, 10 de abril de 2013

Entre playas, balanzas y demonios internos

Quería escribir algo sobre mis vacaciones de Semana Santa en Mar del Plata, pero mi ánimo está en otro planeta.
Si, la pasé bien, me relajé, me reí, fui a la playa, dormí como un bebé en una cama maravillosa que los del hotel no me dejaron traerme a casa, caminamos un montonazo y me porté como una diosa con el tema de la dieta, comiendo un montón de verdura y fruta y casi sin desviarme del buen camino en todos los 6 días.... Pero eso no fue suficiente.
De vuelta en Capital, el sábado pasado fui a la nutricionista y me dió la peor noticia que me podrían haber dado: engordé medio kilo! :'(
Lógicamente hablando, sé que medio kilo no es nada, que probablemente debería haber ido al baño antes de pesarme y listo, pero a mi me cayó como una bomba atómica en el alma. Yo me conformaba con mantener mi peso durante esas dos semanas atípicas, con eso era suficiente para mi. Pero no pude.
Salí de la clínica con unas ganas terribles de comerme una vaca entera, preferentemente hecha de chocolate macizo, y morir feliz en mi glotonería. En lugar de eso, me compré una barrita Cofler y comí fideos a la parisien y me lamenté por facebook. Al otro día arranqué nuevamente la dieta disociada, completamente convencida de la necesidad de bajar al menos un par de kilos esta semana para redimirme, pero la verdad es que no siento diferencias corporales, ya estoy en el 4º día de esta dieta y me parece que no bajé un carajo. Hace días que vivo tentada, quiero comerme todo lo que encuentro, tengo un McDonnalds en la esquina de casa que me está haciendo las cosas cada vez más difíciles, pero todavía no pudo conmigo. Todavía mantengo la dieta, todavía tengo restos de voluntad... aunque, quién sabe por cuanto tiempo.
Y así llegamos al día de hoy, en que empecé a frecuentar mis lugares comunes para la auto-compasión, los que generalmente derivan en auto-flagelación mental, y que se traducen como la típica cuestión de la soledad amorosa. Empiezo a soñar con las cosas que nunca tuve y por las cuales culpo a mi gordura -que básicamente es lo mismo que culparme a mi misma-, cuando la realidad tiende a ser algo diferente.
Escuchando música en el subte de camino al trabajo esta mañana, empecé a soñar con Romeo y Julieta, con amores puros, romances nacidos desde la inocencia de la niñez, cosas que yo nunca viví. Y claro, la verdad es que yo no vivía en un suburbio lleno de casitas de madera con muchos árboles y juegos para niños como te muestran en las películas yankies, yo crecí en un barrio del conurbano bonaerense, que si bien tenía sus cosas mágicas cuando uno es chico, no era ningún paraíso para romance juvenil que dura toda la vida. Tampoco tuve jamás un amiguito especial en mi niñez y eso no se lo puedo adjudicar a mi gordura porque yo fui flaquita hasta los 11 años, tuve más que tiempo suficiente para conocer a ese "mejor amigo" que nunca existió.
Ya no puedo ni auto-compadecerme con libertad porque yo misma encuentro las respuestas a mis estupidos comentarios internos. Pero eso no quita que siga buscando una razón para tirar todo a la remismísima mierda. Simplemente así soy, me auto-saboteo y después me deprimo.
Obviamente, se que un tropezón no es caída y si en verdad quisiera tirar todo a la mierda no estaría haciendo la disociada en estos momentos. Pero son los detalles que se que hago mal los que me carcomen el bocho. Por ejemplo, ayer no me tocaban lácteos y le puse un pedazo de queso fresco a la berenjena rellena que hice en el horno. Y hoy comí barritas de cereal porque no me tocaban tostadas y quería acompañar el café con algo, pero las barritas no entran en ningún lugar de la dieta. Y también, el simple pero muy notorio hecho de que no quiero hacer ejercicio, no hago nada y si eso no es auto-sabotaje no se lo que es.
Son estas cosas las que me hacen sentir como un fracaso y me hacen pensar que no importa lo que haga, siempre voy a estar un paso atrás de mi propia meta, siempre segunda, siempre deseando y nunca obteniendo, como fue toda mi vida. La diferencia es que, al menos esta vez, lo estoy intentando y siento que es un intento de verdad, por eso me da tanto miedo, porque estoy expuesta a que las cosas salgan mal (ya que no hay garantías en esta vida) y de ser así el dolor del fracaso va a ser todavía más grande.

En fin, nada nuevo supongo, solo yo sintiendo lástima de mi misma y siendo más contradictoria que nunca, porque me veo como un fracaso y tengo fantasías casi eróticas con un Súper Big Mac y un Conejo de Pascuas de tamaño humano y hecho de puro chocolate, pero al final no actúo sobre ellas. No hago mucho para mejorar mi situación, pero tampoco la empeoro del todo. En definitiva, no hago nada, ni me muevo... como siempre.

5 comentarios :

  1. Vaya... Sí probablemente me pusiera a escribir al respecto, escribiría eso... excepto que no me siento deprimida, sé que no estoy haciendo las cosas bien, eso es todo pero estoy enchufada en otras cosas y no siento ese gran peso de la autoflagelación; si estoy sintiendo el peso real de mi cuerpo que no me agrada nada porque básicamente tiré todo el esfuerzo que hice el año pasado a la basura. Pero ya lo voy a hacer nuevamente...
    No te sientas tan mal... a veces las cosas son así y punto. Después pasan... aunque sé lo que es sentir que nunca lo hace realmente... Ya vas a ver resultados... No seas tan dura...
    Just breath!
    Saludos.
    P.D.: Creo que te encontré en face...

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    1. Hay días malos y días buenos... mañana después de pesarme en la nutricionista sabré como viene la próxima semana :S
      La verdad de la milanesa es que si no me pongo las pilas con el ejercicio, nada será suficiente.
      besos

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  2. Yo empecé con problemas de peso alrededor de los 12 años, así que he pasado dos tercios de mi vida a dieta. Cuando uno tiene este problema, lo tiene de por vida, es una lucha diaria y a veces nos cansa, nos deprime y aflojamos. Lo importante es levantarse después de la caída.
    Yo tampoco tuve ni tengo una vida amorosa digna de mencionar. He culpado a mi cuerpo pero la verdad es que no debe ser el factor por el cual uno está solo, porque sino, todos los gordos del mundo serían solteros :P
    Después de haber engordado 6 kilos de los 30 que bajé el año pasado, he vuelto al nutricionista. Para que veas que no sos la única que se derrapa. Ahhh y yo sueño con un Doble Cuarto de Libra con papas y gaseosas large!

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    1. JAJAJAJAJAJAAJA!!! tu sueño es delicioso!!! jajajajaja
      Si, más coincidencias con vos Lu, yo empecé con sobrepeso como a los 11 y, aunque no me pasé la vida a dieta, si la viví unas cuantas veces. Pero creo que esta es la primera vez en que la hago por las razones correctas: simplemente para estar mejor. Mejor de salud, mejor de ánimos, mejor conmigo misma.
      Se que mi peso no es el causante de mi falta de amores, pero a algo hay que echarle la culpa, no? :P
      Y si, siempre vamos a tener resbalones, el tema es que yo preferiría tenerlos después de bajar mis 35 kilos de más y no ahora que todavía estoy en proceso! jajajaajja
      Pero ya me redimí, hice la dieta disociada una semana y bajé 2k 200gr y esta semana sigo con la misma, no se si bajaré tanto, pero si lo hicera llegaría a los 10k en total, y eso merece una fiesta :P

      Gracias por estar siempre ahí, Lu! ;)
      besotes

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