I'm losing them both. I guess is just logical, at least part of it is, they're growing up, moving on and I just reached a point where I'm standing still. Not because I can't move on too, but because I don't know how and I get scared and just stand still.
Also, I think I'm losing them because I'm me, because I'm nosy and overprotective and not that much fun to be around all the time. I mean, I know I am -fun- for a while, and I know they love me and they can deal with me because they realize I love them too and I'll always be there for them -even if I'm hurt to be left behind now, I'll be there-, but I'm just annoying in the long run. I know what I'm talking about... this isn't the first time this has happen to me.
I should be able to move on, I've learn how to do it and I was having a great time putting all my energy in me for once, but I got swept away when they all came looking for me, to have fun with me, to tell me how great I was and how they care about me too. I got swept away by the feeling of being needed.
Sometimes I feel like their mother, like I love and treat them that way, wich is probably why I'm being left behind. I never really share with them what I feel because I don't think they can help and I don't want to bother them with it... Sometimes they do the same to me and I really hate it, hahaha.
But I understand... they're not my kids and I shouldn't treat them as such.
martes, 17 de noviembre de 2015
lunes, 9 de noviembre de 2015
Fear to be Happy
No hay lugar para los miedos y las reacciones hace tanto tiempo arraigadas. Ahora se lo que son, lo que representan, lo que implican... y no las quiero.
Supongo que es un poco como ser un adicto en recuperación: las ganas de ceder ante la tentación de lo que mi cabeza ofrece son inmensas, el sentimiento está y no lo puedo esconder o tapar, mucho menos erradicar. Pero se que no es lo mejor para mi, se que si cedo solo estaré dañándome a mi misma.
Así que sigo en mi vida como si tuviera un fantasma siguiéndome, y al cual yo ignoro. Se que está ahí, que está esperando que algo pase y yo caiga en sus redes nuevamente, pero decido no darle poder sobre mi (después de todo, siempre soy yo la que elige una u otra cosa, ya que todo pasa en mi cabeza).
Como el alcohólico camina con la sombra de su adicción a sus espaldas, yo camino con la de mi depresión y el escape que eso implica, el conocimiento de que es más fácil sentirme mal por mi misma sin hacer nada al respecto que arriesgarme a ser feliz.
Pero hoy elijo no ceder y seguir caminando. Tal y como un adicto, sigo caminando, un día a la vez.
Supongo que es un poco como ser un adicto en recuperación: las ganas de ceder ante la tentación de lo que mi cabeza ofrece son inmensas, el sentimiento está y no lo puedo esconder o tapar, mucho menos erradicar. Pero se que no es lo mejor para mi, se que si cedo solo estaré dañándome a mi misma.
Así que sigo en mi vida como si tuviera un fantasma siguiéndome, y al cual yo ignoro. Se que está ahí, que está esperando que algo pase y yo caiga en sus redes nuevamente, pero decido no darle poder sobre mi (después de todo, siempre soy yo la que elige una u otra cosa, ya que todo pasa en mi cabeza).
Como el alcohólico camina con la sombra de su adicción a sus espaldas, yo camino con la de mi depresión y el escape que eso implica, el conocimiento de que es más fácil sentirme mal por mi misma sin hacer nada al respecto que arriesgarme a ser feliz.
Pero hoy elijo no ceder y seguir caminando. Tal y como un adicto, sigo caminando, un día a la vez.
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