martes, 10 de mayo de 2011

Carcajada

Yo soy de esas personas que cuando se ríen de verdad, se lanzan una de esas carcajadas estruendosas, que despiertan muertos, con fluidos corporales de acompañamiento y que contagian al resto de los presentes. De hecho, creo que ya comenté alguna vez que tengo varias risas diferentes, pero incluso cuando estoy en plena carcajada me salen diferentes tipos (como la del perro Patán, aguantándome para evitar aturdir a todos pero, después, la Negra Vernaci queda como un nene de pecho una vez que tomo aire y la dejo salir, jajaja).
Bueno... ayer me reí a carcajadas. Siendo una persona a la que le encanta reirse, siendo, como soy, una mina bulliciosa en todo lo que hago -por mucho que intente evitarlo-, mis carcajadas no serán cosa de todos los días pero, posiblemente, una de esas grosas grosas -esas por las que escupo el jugo, lloro y pierdo el aire, etc.-, más o menos me salen una por mes. Entonces, el hecho de haberme reído ayer a carcajadas no es ningún evento increíble, tan solo que esta vez fue notorio. Tanto para mi como para mi familia.
A ver, estaba en la mesa en plena cena familiar y, no importa qué fue lo que la disparó, el punto es que hacía tanto que no me reía así que de pronto me sorprendí a mi misma, no me lo esperaba. Y ver como mi hermana (que es bastante amarga) se reía conmigo diciendo que yo la contagiaba, que mi mamá (mujer decorosa si las hay) se levantara a sonarse la nariz por que no aguantaba los mocos, y que mi papá hiciera el comentario de "hacía rato que no nos bañabas a todos con tu risa", me confirmaron que hacía realmente bastante tiempo desde que me reí así por última vez.
Antes de esto, me pasó que durante el finde pasado me di cuenta de que sonreía más, de que estaba más cariñosa... como si mi cara se sintiera extraña con ciertos movimientos o mi voz desconociera mis sonidos. Cosas que en el día a día normal no notaría jamás y, sin embargo, ahora las noto. No me gusta lo que implica esto porque no quiero creer que hace taaanto tiempo que no me reía y no me daba cuenta... ni nadie a mi alrededor.
Pero por sobretodo lo que no me gusta de esto es saber que puedo volver a reirme, puedo volver a actuar normalmente, como si nada, cuando internamente me sigo sintiendo vacía. Puedo mentirle al mundo y, aparentemente, puedo mentirme a mi misma lo suficiente como para que una parte de mi vuelva a estar normal... pero eso es todo lo que es, una mentira.

Ayer me reí a carcajadas y mientras lo hacía me daba cuenta de que no me reía desde adentro como antes, de que mi risa podía ser increíble y liberadora de tensiones como siempre, pero muy al fondo yo no me estaba riendo. Siento que muté, que no estoy igual... como si me hubiera deformado por dentro.

1 comentario :

  1. Es parte de la vida, todos cambiamos, mutamos, nos transformamos y no siempre es para bien.

    Creo que tenés el problema de ver el vaso medio vacío. Tuve mi época así, ahora estoy en otra etapa, en una que, aunque no termine de ver el vaso medio lleno, al menos no me importa que no lo esté.

    Besos.

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